Lo que parecía una nueva conquista del Real Madrid en Champions terminó en decepción. El club más grande de Europa, el que nunca se rinde, el que ha levantado la Orejona más veces que nadie, se fue antes de tiempo y dejó a sus millones de fanáticos preguntándose: ¿Qué salió mal?
Esta temporada tenía todos los ingredientes para volver a ver al Rey en la cima. Pero el desenlace fue otro. A continuación, te contamos las 5 razones por las que el Real Madrid en Champions fracasó, y créenos, no se trata de simples excusas.
1. Una defensa con huecos que pesaron demasiado
El Real Madrid en Champions sufrió mucho en defensa esta temporada. La ausencia prolongada de Carvajal, uno de los líderes y pulmones del equipo, se sintió más de lo esperado. Sin su presencia, la banda derecha fue constantemente vulnerada.
Además, aunque Rüdiger fue uno de los más sólidos, el equipo careció de sincronía defensiva en los momentos clave. Se notó la falta de jerarquía en ciertas jugadas puntuales, y ni la promesa de Raúl Asensio, un canterano con destellos interesantes, logró tapar ese vacío con consistencia.

2. Un medio campo sin brújula tras la salida de Kroos
La retirada de Toni Kroos fue más que simbólica: fue una pérdida estratégica brutal. El alemán era el equilibrio, el temporizador, el que sabía cuándo acelerar y cuándo enfriar el juego. Sin él, el Real Madrid en Champions perdió el control del centro del campo.
Camavinga, que había brillado en temporadas anteriores, no logró mantener su nivel. Se mostró impreciso, con menos claridad en la salida y poca influencia ofensiva. En partidos grandes, eso marcó una diferencia enorme.
3. Un ataque de lujo… que nunca funcionó como equipo
El tridente ofensivo prometía espectáculo: Mbappé, Vinícius y Rodrygo. Pero en la práctica, esa constelación de estrellas terminó generando más confusión que goles. Mbappé no logró adaptarse completamente a jugar como ‘9’, y su conexión con los brasileños fue intermitente.
Ancelotti, pese a su experiencia, no logró gestionar bien las posiciones y roles de sus atacantes. El resultado: un ataque predecible, congestionado, y sin un referente claro en el área. La saturación ofensiva fue más un problema que una solución para el Real Madrid en Champions.
4. Falta de liderazgo en los momentos decisivos
Con figuras como Benzema y Kroos fuera del equipo, faltó un capitán emocional que levantara al equipo en los momentos críticos. Jugadores jóvenes como Bellingham o Valverde pusieron esfuerzo, pero aún no tienen ese peso histórico que intimida al rival y empuja al resto.
Cuando el partido se ponía cuesta arriba, el Real Madrid en Champions League no tenía a quién mirar. Y en esta competencia, eso es medio partido perdido.
5. Ancelotti, superado por la presión táctica
Carlo Ancelotti es leyenda del club, pero esta vez, no logró adaptarse a lo que pedían los partidos. Sus decisiones tácticas fueron conservadoras, sus cambios tardíos, y nunca pareció encontrar una fórmula estable para potenciar a sus estrellas sin sacrificar equilibrio.
La gestión del mediocampo y del ataque dejó muchas dudas. ¿Era necesario mantener a Mbappé como 9 fijo? ¿Por qué insistir con Rodrygo en momentos donde no pesaba? Las respuestas no llegaron, y el Real Madrid en Champions lo pagó caro.
¿Y ahora qué?
La caída del Real Madrid en Champions marcó el fin de una era: Ancelotti se despide y Xabi Alonso asume el mando para dirigir al equipo en el Mundial de Clubes. Su llegada trae esperanza y un estilo renovado, pero el reto es enorme.
Ya se confirmó el fichaje de Alexander-Arnold, y el club busca cerrar también a Huijsen y Álvaro Carreras para reforzar la defensa. Sin embargo, la verdadera preocupación es el compromiso del plantel: varios jugadores mostraron una actitud distante y un bajo nivel que no se resuelve solo con fichajes.
Xabi no solo deberá proponer un nuevo esquema, sino revivir el espíritu competitivo que siempre ha definido al Real Madrid en Champions.